Para algunos sobrevivientes de cáncer, reincorporarse al mundo y a la fuerza laboral después de terminar con tratamientos de quimioterapia o reponerse de cirugía es un acontecimiento importante que ellos quieren compartir públicamente vía los medios sociales, como Facebook o Twitter. Otras personas se les hace útil compartir noticias en general. Pero antes de que saques “al aire” tus noticias ante la comunidad conectada, tómate tiempo para considerar tu imagen en línea. Lo que dices y haces en la Internet o a través de los medios sociales podría impactar negativamente tu vida de trabajo.
Lo siguiente son maneras de manejar tu imagen en la Internet, y así estar seguro de que compartes solo con aquellos que quieres compartir.
BÚSCATE EN GOOGLE.
¿Quién no ha buscado a otros en Google? Esta vez búscate a ti en Google, con el ojo crítico de un jefe o un jefe potencial. Conocer cuál información está disponible sobre ti en la Internet te permite ser proactivo y preparado para cualquier pregunta posible o reacciones.
Recuerda que una vez que compartes noticias “allá afuera,” esa información es a menudo eterna. Al cotejarla con frecuencia, por lo menos estarás consciente de lo que tu jefe o jefe futuro pueden averiguar.
PREGÚNTATE A TI MISMO.
Antes de publicar información, opiniones o fotos —especialmente en un sitio web social— considera lo siguiente:
• ¿Es esto algo que querrías que un jefe —actual o futuro— o compañeros de trabajo supieran?
• ¿Cómo te sentirías si esto aparece en la primera página de un periódico (o la página principal de tu sitio web de noticias favorito)?
• ¿Querrías que tu abuelita o madre viera esto?
Si has sido muy franco sobre tu diagnóstico y no te preocupa quién sepa, en tu trabajo o más allá, estas preguntas no serán tan cruciales. Pero si esperas mantener un perfil imperceptible sobre tu cáncer, tienes que pensar seriamente en lo que publicas. También es importante considerar que, aunque no te preocupe quién sabe hoy, quizás pienses diferente en el futuro.
Si te haces voluntario en o estás afiliado a una organización de cáncer, también deberías pensar en si quieres hablar en la internet de esto. Si decides hacerlo, entonces decide si prefieres identificarte solo como un voluntario o a la vez como un voluntario y un sobreviviente. Esto puede ser una disyuntiva entre inspirar y alentar a otros versus preservar tu privacidad. Solo tú puedes determinar si esa decisión lo merece.
PIENSA ANTES DE ESCRIBIR TU BLOG.
Muchos pacientes y sobrevivientes escriben blogs sobre tratamiento, recuperación y otros temas relacionados con el cáncer. Si eres un bloguero, depende de ti si quieres publicar anónimamente, usar un seudónimo o usar tu nombre actual. Al “salir al público” se hace más fácil crear una audiencia, ya que los lectores se identificarán contigo más fácilmente. Pero si esto es incómodo para ti o si no planeas revelar tu diagnóstico en tus círculos profesionales, entonces es mejor que permanezcas anónimo o que escojas un seudónimo. Si decides permanecer anónimo, asegúrate de ensamblarlo de tal forma que minimizas las posibilidades de ser “desenmascarado”; consulta un profesional de informática (IT) si hace falta.
BUSCA APOYO SIN LLAMAR LA ATENCIÓN.
Si sientes la necesidad de compartir información sobre tu tratamiento o recuperación, pero quieres mantener un perfil imperceptible, considera sitios web privados y gratuitos diseñados para estos propósitos.
Uno es www.caringbridge.org. Este es previsto para alguien que encara un desafío significativo de salud. Puedes publicar mensajes que serán vistos solo por aquellos con acceso a tu página. También puedes usarlo para fácilmente actualizar sobre tu condición a familia y amigos, lo que puede salvarte tiempo en enviar múltiples correos electrónicos y llamadas.
Otro es www.mylifeline.org, el cual ofrece sitios web personales para pacientes cáncer, sobrevivientes y quienes cuidan al paciente.
Aunque estos sitios web están diseñados para proveer un espacio seguro en las redes en el que puedas compartir información y relacionarte con otros, es importante notar que ningún sitio es 100% privado. Así que asegúrate de leer la póliza de privacidad de cualquier sitio al que escribas o en el que compartas información —y cambia tus ajustes de privacidad conforme quieras—.
SUPERVÍSATE.
Presta atención a los ajustes de privacidad en sitios web de medios sociales tales como Facebook, el cual te permite controlar quién ve qué información.
Para mantener tu página de medios social social, puedes rehusar peticiones de colegas de trabajo. Una respuesta simple como, “Gracias por la invitación; guardo todos mis contactos profesionales en LinkedIn,” es suficiente.
En Twitter, puedes inscribirte para una cuenta para “tweeteos” públicos o protegidos. Si eliges la opción protegida, solo seguidores aprobados por ti pueden ver publicaciones (y ellos no podrán “retweetearlos”).
Recuerda, las políticas y los ajustes de privacidad cambian con regularidad, así que es importante poner a prueba tus ajustes de privacidad con frecuencia.